La recuperación ambiental también se construye a partir de alianzas estratégicas. Así lo demuestra el trabajo conjunto entre la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y Rueda Verde, que hoy avanza en la implementación de soluciones de bioingeniería basadas en principios de economía circular para atender problemáticas ambientales y de infraestructura en el territorio.
Las intervenciones responden a situaciones como la erosión, la inestabilidad de taludes y la degradación del suelo, mediante el uso de materiales de bajo impacto ambiental. En el municipio de Anapoima, este enfoque se materializó con el aprovechamiento de más de 400 llantas aportadas por Rueda Verde, las cuales fueron utilizadas en obras desarrolladas de manera articulada con la CAR y la administración municipal.
Para Víctor Segura, profesional de la CAR, el valor del proyecto está en resignificar un residuo que tradicionalmente genera contaminación. “Para todos es una gran satisfacción que una llanta que ya cumplió su vida útil, y que podría terminar en ríos, canales o en la calle aumentando focos de contaminación, hoy esté prestando un servicio a la comunidad y contribuyendo a la recuperación de una vía de gran importancia económica y social para la región”, asegura.
Desde la Subdirección de Cultura Ambiental de la CAR, Sonia Vela destaca que este tipo de iniciativas representan una oportunidad real de economía circular aplicada al territorio. Según explica, extender la vida útil de las llantas para ser utilizadas en vías terciarias y rurales permite beneficiar no solo al medio ambiente, sino también a comunidades que enfrentan problemáticas recurrentes como remoción en masa y erosión severa.
Vela resalta además que estos proyectos demuestran el potencial de los subproductos industriales cuando se integran a nuevas soluciones. “Se busca que materiales provenientes de diferentes sectores productivos tengan un segundo uso, evitando que lleguen a rellenos sanitarios o sean dispuestos de manera inadecuada”, señala.
El impacto de las obras también es evidente a nivel local. Manuel Enrique Zapata Rico, coordinador para la Gestión del Riesgo y Desastres del municipio de Anapoima, explica que las estructuras construidas con llantas permitieron recuperar la movilidad en la vereda Santana, afectada por la temporada invernal. Además, destaca que este tipo de soluciones representan beneficios económicos para el municipio, al reducir de manera significativa los costos frente a obras tradicionales en concreto.
Con este proyecto, la CAR y Rueda Verde reafirman su compromiso con la gestión sostenible del territorio, demostrando que la articulación institucional, la innovación y la economía circular pueden traducirse en soluciones concretas que fortalecen la resiliencia ambiental y mejoran la calidad de vida de las comunidades.